Si sigues la actividad y los diseños de Dolce & Gabbana, es posible que ya te hayas enterado: la marca ha celebrado su primer desfile de moda en el metaverso. Así, tal cual suena, después de unos meses en los que parecía que todo el empeño de las marcas estaba puesto en volver a lo presencial.

Los italianos ya habían probado suerte, como muchas otras casas, con los NFT, así que este paso resulta natural para la compañía, a pesar de que eso no le resta ni un ápice de sorpresa e innovación.

Tanto, que puede ser conveniente ir desgranando poco a poco tanto lo que ha sucedido como la relación establecida entre metaverso y moda.

Qué es Metaverse Fashion Week

Pues justo lo que sospechas:una semana de la moda alojada en el metaverso. Concretamente, en el espacio llamado Decentraland, en colaboración con UNXD, la «plataforma líder en NFT de cultura y lujo», tal y como cuentan desde Dolce & Gabbana, la firma que ha sido cabeza de cartel y uno de los principales reclamos de este evento.

Para poder acudir a él, ha habido que entrar en una dirección URL y acceder a través de un wallet o como invitado.

El siguiente paso, como en cualquier experiencia ‘gamer’, es la personalización de un avatar; nuestra identidad virtual.

A partir de ahí, se podía ‘entrar’ en la pop-up de Dolce & Gabbana ubicada en lo que han llamado«El distrito de la moda de lujo»que hay en Decentralad, y que está seleccionado por UNXD, con quienes ya habían colaborado anteriormente para lanzar sus primeros NFT.

Como sucede con esos Non-Fungible Token, esta propuesta de los italianos que han explorado hasta lo indecible el encaje negro y la sensualidad tradicionalmente femenina ha sido puramente digital: 20 looks completos para el metaverso que los diseñadores realizaron para «celebrar la creatividad y la innovación del medio».

 

 

Qué es el metaverso (y por qué es importante)

Decentraland, el sitio de realidad virtual descentralizada donde ha tenido lugar el primer evento de moda de estas características, consiste en una plataforma dividida en multitud de parcelas, a cuya propiedad se accede gracias a los NFT.

Es decir, si tienes un NFT, tienes un trozo de esa tierra virtual que te pertenece; una esquina online que es puramente tuya y con la que, en principio, puedes hacer lo que quieras.

Este concepto resulta importante, ya que aunque se habla del metaverso en singular, lo cierto es que existen varios sitios de este tipo que surgen a raíz de diversas tecnologías y estudios de investigación y diseño.

«Por hacerlo sencillo, el metaverso es un espacio descentralizado donde se integran mundos virtuales y donde la gente tiene una identidad digital«, explica Javier Plazas, Strategic Foresight especializado en lujo y disrupción digital.

Además, al ser un entorno descentralizado, las personas podrán moverse de un sitio a otro sin tener que loguearse.

Para aclararlo todavía más: ahora mismo, si quieres pasar de una red social a otra, tienes que entrar y salir, aportando los mismos datos una y otra vez a sitios diferentes. Aquí, no.

Antes de que los más alarmistas se lleven las manos a la cabeza pensando en que vamos a pasarnos el día encerrados frente a una pantalla y a perder el contacto humano, cabe destacar algo muy importante.

«Aunque sea un entorno digital, está integrado en el mundo físico», especifica Plazas.

«Habría que hablar de phygital: no vamos a vivir exclusivamente en el metaverso o en el mundo físico, sino que vamos a generar experiencias en ambos mundos».

Y parte de esas experiencias pasan por socializar en general e intercambios monetarios en particular: para que sea metaverso, es imprescindible poder comunicarse entre usuarios y comprar y vender; «desarrollar una vida normal en el entorno digital».

Otra llamada a la calma: a pesar de que ya empiecen a verse y comunicarse actos en el metaverso, lo cierto es que esto no va a ser algo generalizado de inmediato:

«Esto va a largo o medio plazo: aunque escuchemos muchas noticias sobre marcas que están empezando, lo que están haciendo en realidad es un testeo o medir el coste de oportunidad de no estar, sobre todo por incorporar talento», cuenta Plazas.

Al fin y al cabo, es una evolución natural de la web: de la 1.0, que fue la más empresarial gracias a las punto com, hemos pasado a la 2.0, la social.

El siguiente paso, ya se sabe: esta 3.0, esta web descentralizada.

 

 

Por qué la moda quiere estar en el metaverso

Más allá del FOMO, el sector tiene tantas oportunidades como cualquier otra empresa.

Plazas sotiene que son «infinitas» porque lo primero que hacemos con nuestra identidad digital es «vestirla».

Algo que a nivel sociológico «va a permitir diluir un poco la identidad de género«, cuenta Plazas, y que a nivel empresarial, es un filón para las marcas.

«Existe la posibilidad de tener items digitales que te permitan vivir igual que en la vida física, solo que en la virtual«, cuenta el experto.

«Más allá de la parte lúdica, lo importante es que el metaverso no es gaming, sino que es una extensión de nuestra vida.

Por eso, habrá un protocolo estético para ir a trabajar, para ir a eventos, para ir a conciertos… Prendas para cada situación, como ahora.

Y también podremos comprar y vender; habrá cosas que se pasen de moda y vayan a parar al mercado de segunda mano», comenta.

Y si según el último informe de Pulso Digital de Adevinta, en 2021 la moda «ha sido el producto que más se ha consumido vía online en España (un 54%)» y «la demanda de moda y complementos de lujo de segunda mano crece un 96% en el último año», el dibujo toma cada vez más forma