Preparar una tarta fría de chocolate es sencillo y hacerla te va a permitir disfrutar de un postre delicioso siempre que quieras, de una rica merienda o de una fiesta de cumpleaños, en la que, sin duda, se convertirá en la estrella indiscutible.
Con ingredientes muy básicos, puedes hacerla cuando quieras y tenerla bien fresquita en la nevera para saborearla en cualquier momento.
La de chocolate suele ser la tarta favorita de los más pequeños y una de sus ventajas es que puedes prepararla con distintos tipos de chocolate, incluso con chocolate negro para los paladares más sibaritas.
Aprende, paso a paso, cómo hacer una tarta fría de chocolate, con o sin horno, y descubre las distintas opciones para que te salga ligera y cremosa, siempre con tu toque personal.
Ingredientes:
Necesitarás:
Pasos a seguir:
2 En un cazo a fuego bajo, derrite ligeramente la mantequilla sin que llegue a quedar líquida del todo. Deja que se enfríe un poco y viértela en el bol de las galletas, poco a poco, mezclando bien con ayuda de un tenedor. Debe quedarte como una masa que puedas trabajar.
3 Coge el molde y úntalo con un poquito de mantequilla por toda su parte interior (la base y las paredes) o coloca un papel especial para moldes, así evitarás que se quede pegada. Ahora, reparte en la base la mezcla de galletas con mantequilla. Presiona bien para que la capa inferior de la tarta de chocolate tenga la suficiente consistencia. Para que la base quede compacta tienes dos opciones:
- Introducir el molde en la nevera unos 20 minutos.
- Darle un ‘golpe’ de horno, es decir dejarla hornear 5 – 8 minutos a unos 180 ºC. Si eliges esta opción, pasado ese tiempo deberás sacar el molde y esperar a que la masa de galletas se enfríe para poder continuar.
4 Mientras, ve fundiendo el chocolate al baño maría o bien en el microondas, a potencia media y en intervalos de 20 segundos y remover, para que se funda sin quemarse. Cuando esté completamente derretido, deja que se vaya enfriando a temperatura ambiente.
5 En un bol, pon el queso cremoso y mézclalo con el azúcar. Casca el huevo, bátelo ligeramente y agrégalo también. Sigue removiendo para integrar todos los ingredientes.
Para poder desmoldar sin que se te rompa, antes de abrir el aro del molde, moja un cuchillo con agua caliente y, con cuidado, introduce la punta alrededor de todo el perímetro de la tarta. Con este sencillo truco, se soltará sin problemas.
10 Si quieres, puedes decorarla con unas virutas de chocolate o con fideos de azúcar en distintos colores. Otras ideas para decorar la superficie de tu tarta de chocolate es hacer algún pequeño dibujo como unas ondas, unos círculos o unos dulces botones con nata montada o, si lo prefieres, con chocolate blanco, que destacará sobre la tarta de chocolate negro o con leche. Puedes hacerlo, derritiendo el chocolate blanco al baño maría y decorando con ayuda de una manga pastelera (o bolsa de plástico con una de las puntas cortadas.) La tarta también te quedará exquisita si sobre la capa externa de chocolate, colocas unos frutos rojos (fresas, arándanos, moras…) o una fina película de mermelada de fresa o naranja.
Imagen principal de Varintorn Kantawong