Durante muchos años se ha criminalizado la ingesta del huevo debido a su alto contenido de colesterol. Aquí te contamos La verdad sobre el huevo y el colesterol
Se solía poner fuera de cualquier recomendación nutricional e incluso se lo culpabilizaba de ser factor de riesgo cardiovascular.
Gracias a la ciencia y a sus numerosos estudios, se descartó la posibilidad de que esto fuera cierto.
La verdad es que el colesterol que aporta la yema del huevo no influye en el colesterol sanguíneo.
El huevo es mucho más que su colesterol, es uno de los alimentos con mejor calidad nutricional.
Tanto su clara como su yema nos aportan nutrientes claves en las diferentes etapas de la vida.
Si partimos desde la niñez y la adolescencia, su gran aporte proteico permite la construcción y formación de tejidos, vital para el proceso de crecimiento.
En la adultez, es una fuente de proteínas y grasas saludables para el mantenimiento de esos tejidos, y en los ancianos contribuye a evitar su desgaste, siendo una proteína de fácil digestión.
Por otro lado, es un alimento que está al alcance de todos con un precio bastante asequible, forma parte de nuestra canasta básica y contribuye a cubrir nuestros requerimientos proteicos y vitamínicos.
¿Qué más nos aporta el huevo?
Por ahora sabemos que su clara es una excelente fuente proteica.
Es de alta calidad ya que contiene todos los aminoácidos esenciales para formar una proteína de alto valor biológico, vital para diversas funciones en el organismo.
Además, es tomada como referencia cuando se evalúa el valor proteico de otro alimento.
La verdad sobre el huevo y el colesterol

Los huevos son de fácil preparación y se pueden mezclar con diversos ingredientes
Sin embargo, la parte interesante la encontramos en la yema.
La yema nos aporta grasas mono y poliinsaturadas de tipo omega 3.
Estas grasas son antiinflamatorias, por lo que, al contrario de lo que decían, te van a ayudar a disminuir el colesterol en la sangre.
También la yema es rica en minerales como hierro, selenio, zinc, potasio y magnesio; en vitaminas del complejo B y vitaminas liposolubles (A, D, E, K), que son fundamentales para nuestro sistema inmunológico.
Por último, es rica en sustancias con potencial antioxidante como la luteína, que puede combatir trastornos a nivel ocular.
La yema y la clara en conjunto nos aportan entre 65 y 80 calorías, dependiendo del tamaño del huevo entero.
Los huevos son de fácil preparación y se pueden mezclar con diversos ingredientes, creando platos tanto salados como dulces con un valor nutricional bastante alto.
Se pueden comer a la plancha, revueltos o sancochados.
Se pueden adicionar a las tostadas integrales o en la elaboración de hotcakes de avena para el desayuno, y en ensaladas con muchos vegetales para el almuerzo y la cena.
El huevo en situaciones especiales
En el embarazo, el huevo contribuye con su contenido de ácido fólico (vitamina B9), que interviene en la formación de células sanguíneas y es un nutriente fundamental para evitar malformaciones en el feto.

En el embarazo, el huevo contribuye con su contenido de ácido fólico
En personas con sobrepeso y obesidad, garantiza una sensación de plenitud por su efecto saciante, ayudando de esta manera a reducir la ingesta de comida y a la consecuente pérdida de peso.
En deportistas, permite la construcción y regeneración muscular.